Las bodas se cuentan con fotografías, con momentos reales que reflejan cada detalle de un día único e irrepetible.
En esta ocasión viajamos al increíble Monasterio de Guadalupe que seduce a tantas parejas sin importar su ciudad o lugar de procedencia. Para después terminar en la maravillosa Hospedería de Guadalupe, con su elegancia y acceso directo a los espectaculares jardines del Monasterio.
Una boda desbordante de sonrisas con una pareja alegre a más no poder, con quienes trabajé fiel a mi estilo y con la tranquilidad de su total confianza. Pero sobre todo fue una boda elegante.
Para terminar, dar las gracias por las increíbles palabras que me transmitieron al recibir las fotografías. De verdad que me resulta apabullante la de mensajes tanto de texto como de audio que todos me estáis transmitiendo con los trabajos entregados. No puedo ser más feliz.
Un abrazo enorme Ana y Eduardo, sed muy felices ¡Es una orden!.
Por supuesto y como siempre, me rodeé de los mejores proveedores:
Vestido Cherubina y Cherubinatelier
Zapatos flor de asoka
Novio Silbón
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