Hay un punto de inflexión en la infancia y es la edad en la que hacen la comunión, se convierte en un antes y un después. Es la edad de un cambio muy grande, el paso de niño a adolescente y que mejor momento que recordarles como fueron en un momento tan importante de sus vidas con un reportaje fotográfico de comunión muy especial.
Siempre he querido ofrecer una fotografía que se mantenga actual y fresca con el paso de los años. Unas fotos a las que el paso de los años les afecte como al buen vino, que siempre mejora.
Quizás sea incluso el primer y único reportaje profesional que se realice en toda su vida hasta la boda. Por lo que esto le da más valor aún de lo que uno puede llegar a imaginar.
Un recuerdo de nuestros hijos, pero también de la familia.















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