Aprovechando el estreno de la película de Tin & Tina en Netflix y que hace nada tuvo su gran estreno en pantalla grande, voy a compartir con todos vosotros algo muy especial y que tenía a buen recaudo.
En el año 2012 un joven Rubin Stein hizo virguerías para poder rodar el comienzo de esta extraña historia, de dos niños albinos con creencias religiosas algo particulares. Además no fue un rodaje cualquiera, sino que quiso un plano secuencia completo de principio a fin. Niños y plano secuencia ¿Qué podía salir mal?
Por aquellos años gastábamos flequillo largo, piel lisa y cero canas. Eso unido a las fiestas, resultó en el encargo de ser el FOTO FIJA de su preciado trabajo.
Para quién no sepa que tipo de trabajo es este, el «foto fija» es el encargado de fotografiar todo el desarrollo de una producción cinematográfica o lo que es lo mismo, el making of. Fotografías que se usarán para cartelería, póster, merchandising, media, promociones… etc.
Fueron 3 días de intenso rodaje en el Norte de Extremadura, con todos los problemas que uno pueda imaginar pero con soluciones para cada uno de ellos. Fue una aventura maravillosa que más adelante fue enlazando con su trilogía Luz y Oscuridad (Nerón y Bailaora) que podéis ver en Filmin, de la que os hablaré en posteriores entradas y que ha culminado en la película TIN & TINA que ya podéis ver en cines y Netflix.
Podría contar muchas anécdotas y vivencias inmerso en todos estos días de rodaje, tanto de éste trabajo como de los posteriores. Pero de lo que hoy se trata es de mostraros en fotos todo lo que con palabras a veces cuesta contar.
El corto se grabó íntegro en blanco y negro, por lo que he decidido subir solo la versión correspondiente y no la de color.
Sin más, hoy comparto con vosotros este tesoro que llevaba escondido más de 11 años.
IMPORTANTE: si no has visto el corto de Tin & Tina, es posible que te lleves un buen spoiler. Por lo que no te aconsejo seguir adelante.
COMENTA