Por fin arrancamos las bodas, y nos estrenamos en Madrid con Kevin y Esther.
Tenía unas ganas infinitas de volver a disfrutar de la fotografía y buena cuenta di de ello, aunque con la mascarilla no se viera mi inmensa sonrisa. Además estrenaba equipo, por lo que la motivación era aún mayor.
Empuñé mi nueva y flamante Canon R6, con la que conseguí disparar en las situaciones más complejas de iluminación. También le di un giro radical a la perspectiva habitual de bodas, usando para ello un 16 mm, con el que realicé planos increíbles en apenas unos metros cuadrados y así contar historias únicas.
Nos dimos un buen paseo por Pinto, para terminar en su preciosa plaza y una ceremonia civil en su ayuntamiento. Aprovechamos para hacer también un reportaje algo más informal. Después de comer empezamos con los preparativos, para terminar en la finca Solimpar y celebrar la boda por todo lo alto.
Un lujazo empezar con esta preciosa pareja y sobre todo, por la gran confianza y trato recibido.
Nos vemos muy pronto para la postboda ¡un abrazote!
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