Con Adán y Aroa hubo una conexión especial, algo que surgió en Madrid mientras realizábamos su preboda en plena Gran Vía. Terminamos bebiendo cerveza y cenando a las tantas de la noche, riendo, contando todo tipo de historias y con esa sensación en el cuerpo de que aquí había sintonía.
Como no podía ser de otra forma la boda transcurrió tal cual presagiaba, con una sensación de amistad y cercanía que hizo que mi trabajo se realizara de una forma cercana, sencilla y sobre todo muy natural.
Siempre digo que yo me encargo de los encuadres, de las miradas, besos y abrazos os encargáis vosotros, y de esos no faltaron en ningún momento.
Mil gracias Adán y Aroa por esa amistad y cercanía que me ofrecistéis desde los primeros minutos que nos conocimos.
¡Un fuerte abrazo!
QUÉ LINDEZA de fotos, de novios de ceremonia de tanta emoción y ternura!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!