Hace unos meses estuvimos en Navatrasierra y realicé a Emma un precioso reportaje. De entre todas las fotos y en algunas ocasiones buscando el «claro oscuro» (ese término referente a la pintura), decidí hacer mi propia serie en blanco y negro, con un contraste medio, salvando algunos empastes y dejando una tonalidad abierta, sin cerrar. Es un blanco y negro que parece que le falta fuerza, que a veces dan ganas de contrastarlo más, pero a la vez ese término medio, justo antes de dejar sin detalle ciertas zonas, hace crecer en su interior un toque más «dramático», por decirlo de algún modo.
Ese dramatismo en las tonalidades viene buscado también por las expresiones elegidas, esos momentos en los que me encuentro a mi hija pensativa, dándole vueltas a algo en su pequeña cabecita.
Para romper con la serie, termino con algunas fotos en las que se van animando sus expresiones, para finalizar como realmente transcurrió todo el día, lleno de risas y pasándolo en grande.
Que espectacular reportaje
dentro de una elegante sencillez..un niño no necesita un costoso atrezzo «