El atardecer es sin duda mi hora preferida para realizar casi cualquier tipo de reportaje y más aún uno de comunión. Es por eso que trabajo una única comunión por día, para tener esos tonos dorados únicos.
La libertad de los espacios abiertos siempre serán especiales para mi y fundamentales a la hora de realizar un trabajo del que me sienta realmente satisfecho y por supuesto, que las pequeñas molestias que pueda ocasionar sacar el traje de comunión al exterior, queden en el olvido una vez vistos los resultados.
¡Muchas gracias por confiar en mi trabajo!
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