Las prebodas son esos reportajes en los que no importa el tiempo, la distancia. Esos reportajes en los que puedes parar a charlar, a tomar una cerveza entre medias pues simplemente es eso, un reportaje sin prisas, donde conoceros mejor, conocerme mejor y demostrar que estar delante de mi cámara para nada es incómodo, sino todo lo contrario, es para pasarlo bien y disfrutar de la fotografía.
Yo disfruto de mi trabajo, de cada una de las miles de fotos que realizo y siempre estaré dispuesto a pasármelo genial con todas las parejas que he conocido y conoceré durante todos mis años de fotógrafo.
En esta ocasión a Tamara le hacía ilusión volver a su pueblo natal y decidimos realizar allí la sesión preboda, por la preciosa parte antigua de Trujillo. Una tarde que pegaba un buen sol y aproveché para hacer fotografías muy contrastadas de luz y sombra.
¡Un abrazo pareja, nos vemos muy pronto!
Lindísimo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!