Mi hija ya tiene 2 añitos y un mes, el tiempo pasa volando y la verdad, la fotografía es lo único que me queda para recordar todos estos momentos que llegan y se van tan rápido, que no da tiempo a asimilar el tremendo cambio que están experimentando desde tan pequeñitos.
La verdad que me encanta ir al campo, dejar a los peques con total libertad e ir capturando esos momentos únicos en los que casi no se dan cuenta de que hay una cámara delante suya.
Un recuerdo más de mi hija que durará para siempre y con el que podré revivir y transportarme a un época que ya pasó.
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