Todavía me sorprende ver como en muchas ocasiones los protagonistas empiezan las fotos sin muchas ganas y terminan pidiendo más y más fotos, buscando localizaciones para colocarse y gustándose cada vez más.
Con Gustavo fue algo así, empezó casi sin ganas de fotos y terminó pidiendo más.
Además a la fiesta se unió su hermanita, con la que casi termino haciendo otro reportaje, que ya publicaré más adelante.
¡Un placer familia!
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