








Como fotógrafo de bodas, cuido los más pequeños detalles, el entorno, los colores, el paisaje, el encuadre, pero por encima de todo os dejo libres, libres de decidir como miraros, como besaros, como abrazaros... ¡vamos a crear algo único!
Mirar y volver a sonreir. El pasado queda muy atrás, pero las fotografías estarán para siempre.
Tengo toda mi vida fotografiada, son recuerdos que me recuerdan que soy y quién fui.
Las fotografías con tu pareja, con la familia, ese embarazo tan especial o solo para ti, son un recuerdo imborrable e imperecedero.
El tiempo no pasa deprisa, vuela. Es por eso que cada día disfruto de la fotografía con mi hija, sea dando un paseo, en casa o en una pequeña excursión. No quiero perderme nada, no quiero olvidar y sobre todo, quiero recordar.
Mi principal objetivo como fotógrafo es realizar un trabajo exclusivo. Diferenciar tu marca, tener un reportaje único, conectar con la fotografía.